“El poder de las alas de una mariposa se puede percibir en el otro lado del mundo”. Proverbio chino

Los antibióticos son una excelente herramienta para combatir a las bacterias, son unos de los desarrollos en medicina que han cambiado la historia de la humanidad.

El uso de antibióticos en cualquier circunstancia puede promover el desarrollo de resistencia. La resistencia antimicrobiana (RAM) ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo.

El objetivo más inmediato de la Ley de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana, sancionada en agosto del corriente año, es optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos, trabajar en la eliminación gradual del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en sanidad animal y asegurar que se realicen inversiones sostenibles al respecto.

A partir de la puesta en marcha de esta ley, a partir de su reglamentación, los antimicrobianos tendrán el mismo régimen que revisten los psicotrópicos. Este sistema imposibilita la adquisición en las farmacias, sin la receta médica. La industria farmacéutica deberá readecuar los formatos de empaque de los antibióticos y antimicrobianos en relación a la extensión de los tratamientos. Sobre estos empaques se estableció que, al entrar en vigencia la norma, cuenten con la leyenda impresa: “Este medicamento puede producir resistencia antimicrobiana”.

Para que un fármaco sea dispensado bajo la modalidad “muestras gratis”, deberá estar acompañado por “una prescripción y una cantidad que cubra todo el tratamiento”.

Haciendo un diagnóstico de situación encontramos estos datos alarmantes que no podemos soslayar y que queremos acercar a los lectores de nuestra revista. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la RAM “es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”.

A dos años y medio de la pandemia, el mundo lleva casi 6 millones y medio de personas fallecidas. En solo un año la RAM es responsable en forma directa e indirecta de casi 5 millones de muertes. Calcula la OMS que si no se toman medidas en este tema, en el año 2030 podemos llegar a tener 10 millones de muertes relacionadas por la RAM, superando la mortalidad que el cáncer tiene en la humanidad.

Dado que es una problemática global, se estima que en caso de no controlarse, para el año 2050 puede constituirse en la primera causa de muerte a nivel mundial.

El riesgo de mortalidad por adquirir infecciones con bacterias resistentes es 10 veces más alto en comparación con un infarto.

Las bacterias resistentes a los antibióticos ya causan más muertes que el VIH o la malaria.

El otro aspecto que hoy conocemos mucho mejor que años atrás es la acción que tienen los antibióticos sobre bacterias beneficiosas que viven con nosotros y constituyen la microbiota intestinal, que desarrollan funciones muy importantes vinculadas con la salud del individuo, esto es la digestión la absorción y el aprovechamiento de algunas vitaminas.

Es un problema que nos desafía a trabajar de manera colaborativa ya que debe ser abordada desde la salud humana, el campo de la veterinaria, el sector de la agroindustria y la ganadería, y la salud ambiental. La pandemia puso al problema de la resistencia antimicrobiana en evidencia.

Ante esto, la Organización de Agricultura y Alimentos de Naciones Unidas (FAO) propone “Una Salud”. Una Salud es un enfoque unificador integrado para procurar optimizar y equilibrar de manera sostenible, la salud de las personas, los animales y los ecosistemas. El enfoque reconoce que la salud de las personas, los animales domésticos y salvajes, las plantas y el medioambiente en general (incluidos los ecosistemas) están estrechamente relacionados y son interdependientes (definición de Una Salud elaborada por el Panel de Expertos de Alto Nivel de OneHealth 2021). Garantizar el enfoque Una salud es esencial para lograr progresos con vistas a anticipar, prevenir, detectar y controlar las enfermedades que se propagan entre los animales y los seres humanos, hacer frente a la RAM, asegurar la inocuidad de los alimentos, prevenir las amenazas para la salud humana y animal relacionadas con el medioambiente y combatir muchos otros desafíos.

La FAO colabora con asociados para promover la salud sistemáticamente, especialmente con la Asociación cuatripartita que abarca a la FAO, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). La FAO centra su atención en la erradicación del hambre; la promoción de la seguridad alimentaria, la inocuidad alimentaria y la nutrición saludable; y la prevención y el control de enfermedades transfronterizas, la zoonosis y la RAM

La repercusión mundial de la pandemia, una crisis sanitaria causada por un virus transmitido de animales a personas y la respuesta a esta crisis, pone de relieve la necesidad de una acción coordinada entre los diferentes sectores, con miras a proteger la salud y prevenir perturbaciones en los sistemas alimentarios.

El objetivo de abordar este tema es transmitir una mirada integradora y responsable que va desde la receta en nuestro consultorio hasta las acciones coordinadas y comprometidas con la salud en el mundo.

Dra. María Cristina Daraio
Editora
mcdaraio@hotmail.com

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La pandemia silenciosa y la Ley de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana

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